Rwanda

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La figura del enemigo y el proyecto de genocidio

Símbolo del fracaso y de la incapacidad de la comunidad internacional para adoptar medidas que hubieran podido impedir el genocidio, el fax de Roméo Dallaire ofrece información muy precisa sobre el desarrollo del próximo genocidio.

El 11 de enero de 1994, tres meses antes del comienzo del genocidio, Roméo Dallaire, comandante de la Misión de las Naciones Unidas en Rwanda (UNAMIR), envió un fax urgente a la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

En este documento desclasificado, Dallaire advierte a sus superiores de la preparación del exterminio de los tutsis. Se refiere a las palabras de un informante, «Jean Pierre», contratado por el MRND para entrenar Interhamwe.
Jean-Pierre afirma haber organizado una manifestación dirigida a los diputados de los partidos de la oposición, con el objetivo explícito de desencadenar una reacción armada del FPR e iniciar una guerra civil. Según el plan de guerra establecido, las tropas belgas, una vez provocadas, deben también ser suprimidas para empujar a Bélgica, principal contribuyente de la UNAMIR, a retirar sus tropas de Rwanda.
También se informa de que, además del adiestramiento y el armamento de las milicias en los campamentos de las FAR fuera de la ciudad, Interhamwe ha recibido el encargo de fichar a todos los tutsis de Kigali, y sospecha que es con vistas a su exterminio. Afirma que sus tropas son capaces de eliminar a 1.000 tutsis en una hora. Propone revelar a la ONU la localización de los escondites de armas proporcionados a las milicias por las Fuerzas Armadas Rwandesas (G3, AK47, granadas... ) a cambio de la protección de la MINUAR para él y su familia.

En respuesta al telefax, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas rechaza su solicitud de autorización para incautar las armas a pesar de que son ilegales en relación con el proceso de paz. La ONU, a su vez, le encarga que consulte con los dirigentes del gobierno Interahamwe.