La política de expoliación de los judíos iniciada por el Estado alemán, basada en un dispositivo legal, se generaliza. Pronto se exporta a los territorios ocupados y es adoptada por los regímenes aliados al Reich, como el de Vichy. El Estado francés integra desde 1940 los principios en el marco de su política antisemita. Promulga con este fin un arsenal legislativo específico destinado a «eliminar toda influencia judía en la economía nacional» (ley del 22 de julio de 1941).
La expoliación sistemática de las empresas y de los bienes pertenecientes a los judíos se inicia así en todo el territorio francés. Desde la identificación de los judíos y de sus bienes hasta la «arianización» de estos últimos mediante la venta o la liquidación, se pone en marcha un proceso administrativo eficaz que implica no sólo a un número importante de administraciones del Estado francés, pero también amplios sectores de la sociedad.
En Francia, y más ampliamente en Europa, los despojos fueron un engranaje esencial del proceso de exclusión, que facilitó posteriormente la aplicación de la «Solución final de la cuestión judía».
Apoyándose en numerosos documentos procedentes, entre otros, de los fondos de los Archivos nacionales y departamentales, la exposición propone explicar las bases y los mecanismos de esta política de Estado, reinscribiéndola en el contexto de la Europa nazi.