1940: el camino del compromiso
Llamada del general de Gaulle en las calles de Londres. Reino Unido, 1940 © Memorial de la Shoah.
Cuando el 1 de septiembre de 1939 comienza lo que se convertiría en la Segunda Guerra Mundial, Francia está constituida no solo por la metrópoli sino también por un inmenso imperio colonial.
Considerada como la primera potencia militar del mundo, parece estar en condiciones de hacer frente a la Alemania nazi y sus proyectos. La derrota del país en junio de 1940, después de un mes de combate, constituye un choque de una magnitud rara.
Es en este marco que el mariscal Pétain toma el poder. Son pocos los que comprenden desde el principio la naturaleza de un régimen controlado por un hombre al que se le ha dado plenos poderes y que pretende aplicar una política que rompe con la República y la democracia. La Alemania de Hitler triunfa y domina en Europa occidental.
En el verano de 1940, solo el Reino Unido le hace frente. El Tercer Reich parece entonces todopoderoso y llamado a durar. Los que rechazan el yugo nazi o el de sus colaboradores no son más que un puñado y se comprometen en una resistencia que parece vana y sin salida.
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