76o aniversario de la liberación de los campos de Auschwitz-Birkenau

Créditos y leyenda:
Mujeres y niños deportados, rescatados del campo de Auschwitz, saliendo de una barraca, después de la liberación del campo. Polonia, después del 27/01/1945
© Memorial de la Shoah

El 27 de enero de 1945, por la mañana, una vanguardia a caballo de exploradores soviéticos llega a la zona del complejo de Auschwitz y descubre el campo de Auschwitz-III Monowitz. Por la tarde, los campos de Auschwitz-Birkenau y luego el campo principal de Auschwitz-I son alcanzados sucesivamente.

El Ejército Rojo sabía que había una gran zona militar-industrial en el lugar, pero la información existente sobre los crímenes masivos cometidos no se compartió con las unidades sobre el terreno. No más para Auschwitz que para los otros campos, en el Este como en el Oeste.

7.000 supervivientes todavía están presentes, de los cuales 200 niños rescatados en particular de experimentos pseudocientíficos. Los nazis no lograron ejecutarlos o sacarlos de la «marcha de la muerte».

Mientras el frente se acercaba, las SS habían iniciado el 17 de enero la evacuación de los campos de Auschwitz y de los kommandos exteriores. Hasta el 20 de enero, 58.000 detenidos ya exhaustos y debilitados se ven obligados a salir por las carreteras nevadas hacia otros campos de concentración en el centro de Alemania. Hasta el final, el III Reich pretende utilizar esta mano de obra al servicio de la «Guerra total». Miles de detenidos mueren durante estos traslados, principalmente a los campos de Buchenwald, Bergen-Belsen, Dachau y Mauthausen.

Los soldados recorren el Kanada-II en llamas, las barracas de donde emergen raras siluetas, las ruinas de los crematorios dinamiteros, cuyas cámaras de gas habían sido desmanteladas durante los meses anteriores. Las huellas del genocidio debían enmascararse en la medida de lo posible, los archivos para muchos destruidos, los testigos muertos o alejados por la fuerza.

Los soldados descubren sobre todo centenares de cadáveres, masacrados por las SS o muertos de agotamiento y enfermedades en los días anteriores. Como en Majdanek, montañas de efectos personales atestiguan crímenes masivos: 7 toneladas de cabello, más de un millón de ropa de hombres, mujeres y niños, miles de pares de zapatos, gafas y objetos de todo tipo...

El 27 de enero de 1945 no marca el fin del genocidio de los judíos y el calvario de los deportados no terminará hasta la caída del Tercer Reich en 1945. Pero sus sufrimientos y los de las familias de los desaparecidos continuarán mucho más allá, como el tiempo necesario para la toma de conciencia de la singularidad del Holocausto.

En 2005, el 27 de enero se convirtió en el día internacional en memoria de las víctimas del Holocausto por decisión de las Naciones Unidas.

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